Después de la caída catastrófica del ascensor en el Capítulo 1, un torbellino de acero y gritos que te arrojó al olvido, la conciencia regresa ... pero nada es lo mismo. Te despertaste en el teatro.
Un lugar donde el aire zumba con inquietud. Donde los balcones dorados se cierran como jueces silenciosos, y las cortinas de terciopelo se esconden más que las etapas vacías. Cada sombra susurra. Cada corredor gira más profundamente en lo desconocido. Este no es refugio: es un laberinto de acertijos, desafiándote a dar un paso adelante.
Las tablas del piso crujen bajo los pies, cada una suena una traición en el fuerte silencio. Los bailes parpadeantes a la luz de las velas a través de frescos de tragedias olvidadas, sus caras parecen verte. En algún lugar de las alas, algo se agita, no bastante humano, no del todo fantasma. El teatro respira. Espera.
¿Desligas sus secretos? ¿O convertirse en otro jugador en su actuación interminable e inquietante?
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